Tú y tu familia os merecéis una familia en feliz. Sin gritos. Donde tus hijos os sigan y tengan confianza para contaros las cosas. Una familia conectada. Sin culpas. Sin malos sentimientos.
La disciplina positiva promueve relaciones respetuosas creando entornos de bienestar y conexión en hogares y escuelas; alienta el desarrollo de habilidades y destrezas socioemocionales en la infancia. Ayuda a los adultos a entender la conducta inadecuada de los niños, promoviendo actitudes positivas hacia ellos. A la mayoría de nosotros nos han educado en base al miedo al castigo o en una búsqueda constante de premios o elogios. Por ello, de forma automática, educamos a nuestros niños de la misma forma. Pero este no es el único camino, y está demostrado que tampoco es el mejor a largo plazo, ya que sabemos que los premios y los castigos generalmente nos solucionan problemas inmediatamente, pero… Te has parado a pensar ¿cuáles son los resultados a largo plazo? Hace que los peques aprendan a tomar sus decisiones en base a una valoración externa y no en base a su sistema personal de valores y principios.
Aprender a vivir no es recibir sermones, ni clases magistrales es contar con modelos y poder practicar recursos para establecer acuerdos y enfocarse en soluciones.
En estas asesorías personalizadas vamos a descubrir herramientas prácticas y útiles de Disciplina Positiva que funcionan para cambiar nuestro piloto automático y dejar de lado esta forma de educar pasando a una acción más consciente y respetuosa que nos conecta con el niño o la niña y les empodera. Porque, como decía Jane Nelsen, “¿De dónde hemos sacado la idea loca de que, para que los niños lo hagan mejor, antes tienen que sentirse peor?”
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